Cómo detectar fallos en la polea del cigüeñal

La examinación de la polea del cigüeñal se recomienda hacerla cada 60 000 km. El fisuramiento, fractura o deformación de los elementos plásticos, la disociación de las partes de goma o metal, grietas en el buje o cerca de los orificios de sujeción, manchas de diferentes colores en la superficie exterior de la carcasa, todo ello es indicativo de que la pieza ha de cambiarse.

La ausencia de fallos visibles no siempre garantiza que el elemento esté en buen estado. Para comprobar si está funcionando, debe marcar la polea desde el centro hacia el borde, luego arrancar el motor y encender varios equipos, para así proveer la máxima carga posible sobre la correa de distribución. Luego debería apagar el motor y ver si las marcas encajan o cuadran.

Puede identificar que la polea del cigüeñal necesita un examen, por los siguientes síntomas:

• la correa de distribución se ha roto prematuramente;
• se sienten vibraciones en la cabina;
• mientras que el motor funciona, se aprecian sonidos inusuales debajo del capó: ruido, golpeteo y silbidos;
• el relé del alternador o el fusible se funden a menudo.

Qué puede causar un fallo en la polea del cigüeñal

La polea del cigüeñal tiene una vida útil limitada y pertenece a los componentes que son objeto de un recambio preventivo. La vida útil media de la pieza es de 90 000 a 120 000 km.

El desgaste prematuro de la polea puede estar causada por impactos agresivos del entorno. Fluctuaciones de temperatura, entrada de fluidos técnicos incluyendo carburante y aceite, derivan en la avería del elemento de amortiguación y del cojinete de casquillo.

La condiciones de uso del coche afectan de forma significativa la vida útil de la pieza. La conducción por ciudad a menudo a bajas revoluciones, los arranques y frenadas abruptas, crean cargas elevadas sobre este elemento.

Los errores de instalación son también una causa común de fallo en la polea. El uso de un equipo o herramientas inapropiados, colocar pernos viejos, un par de apriete excesivo o demasiado bajo de los elementos de fijación, y las cargas de choque intensas, pueden dar como resultado la rotura de la pieza. Tras la instalación, tiene que comprobar la correcta alineación de los elementos de tracción; además se aconseja el cambio de la correa de distribución, ya que de lo contrario, el riesgo de desgaste prematuro de la polea aumenta de forma significativa.

Algunas veces los fallos en la polea de correa se asocian directamente con la instalación de equipo extra no contemplado por el fabricante del coche, como el aire acondicionado u otro alternador.

Cambio de la polea del cigüeñal

Si surge cualquier fallo, la polea necesita ser sustituida. Instalar una nueva pieza de forma independiente no es difícil, pero se necesitan herramientas especiales: un brazo de palanca para sujetar la polea, una manija de transmisión, un extractor y un zócalo profundo para tuercas. Los pasos deberían ser ejecutados en el siguiente orden:

1. Monte el coche en un elevador.
2. Desmonte las ruedas delanteras.
3. Retire la cubierta del motor, la correa del alternador y el filtro de aire.
4. Mientras que sujeta la polea con las herramientas apropiadas, desatornille el perno. Para ello, se emplean una llave del diámetro apropiado y una barra de palanca “pata de cabra”.
5. Retire la parte con una herramienta extractor.
6. Limpie el asiento de montaje de suciedad, y lubrique las partes.
7. Instale la pieza de recambio nueva en el orden inverso al indicado en estos pasos. Es necesario apretar un perno de fijación con un par de apriete especificado en la documentación técnica del vehículo.